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INFORMES DR MV CAROL SEBASTIAN REYES CEL. 3134713212 – DR MV IVAN LIS CEL. 3107735259
Para maximizar el éxito de un transferencia de embriones en la yegua se debe identificar los factores que afectan las tasas de gestación . La yegua receptora, el embrión y el propio procedimiento de transferencia son los elementos principales a considerar. Es importante valorar si el valor genético de la donante merece la utilización de esta técnica. Pero muchas veces el verdadero valor de las yeguas sólo se conoce cuando ya son viejas y alguno/s de sus descendientes demostró o demostraron estar dotado de una actuación superior.
Se sabe que la edad de la donante es clave para el éxito de la transferencia de embriones en la yegua. Se obtiene menores tasas de preñez en las yeguas de 21 años con una tasa de pérdida de sus embarazo por ciclo del 33%. Es común en las yeguas de edad, la pérdida de el embarazo precoz. El número y la calidad de los ovocitos (aberraciones cromosómicas por ejemplo) y embriones es muy diferente en yeguas jóvenes y viejas. En general existe un retraso del desarrollo de embrionario de yeguas más viejas y su calidad es inferior. La yegua con menos de diez años, no sólo produce más embriones, sino también de mejor calidad y la calidad del embrión también influye en la posibilidad de gestación. En la transferencia de embriones de grado 1 las tasas de embarazo a 50 días son muy superiores (70% a 80%) a las tasas de gestación en transferencia de embriones en la yegua con grado 4 (30% a 40%).
Cuanto mayor sea el grado de clasificación de los embriones, menor será la tasa de gestación. La muerte embrionaria entre los 12 y 50 días de gestación también es significativamente mayor cuando la transferencia se hace con los embriones de grado 2 que se cuando se hace con los embriones de grado . A la menor calidad embrionaria se unen los cambios degenerativos del útero, y menores niveles hormonales sobre todo en el periodo transicional. De ahí que las yeguas mayores necesiten un mayor aporte nutricional (y/u hormonal) en este periodo para acelerar el desarrollo folicular y la aparición de la primera ovulación fértil de la temporada. Parece que el tono uterino y / o del cuello se asocia con reducción de las bajas concentraciones de progesterona. Entre los embriones frescos transferidos y los que han sido refrigeradas, que se transportan y luego se coloca en un recipiente, no hay diferencias en las tasas de gestación.
De todos los factores que influyen en el éxito de un programa de transferencia de embriones en la yegua, el más importante es probablemente la correcta selección y gestión de las yeguas receptoras. Éstas deberían ser relativamente jóvenes, de tres a diez años y es preferible que hayan parido una vez o dos veces. Deben mostrar ciclos regulares y no tener en su historial ningún problema reproductivo. También es importante que estén acostumbradas a la presencia de seres humanos, que permitan la colocación de un cabestro y sean mansas. Cuando el número de receptoras es muy grande (el caso de las grandes yeguadas de receptoras que existen en otros países) siempre hay una yegua con una ovulación espontánea, que puede actuar como receptora sin necesidad de utilizar el tratamiento hormonal de inducción y sincronización de ciclos. En situaciones en las que hay pocos animales disponibles, lo normal en nuestro país, se debe acudir a dicho tratamiento. Como norma, siempre es preferible tener al menos tres receptoras por donante.
Debe hacerse un examen reproductivo completo de todas las yeguas para garantizar que no muestran anormalidades que puedan ser responsables de la reducción de la capacidad para llevar a término el embarazo.
Estas yeguas deben ser bien alimentadas para mantener una buena condición física. También debe tener una buena atención de su salud general y deben sufrir el menor estrés posible. El éxito de la técnica aumenta si las yeguas han tenido al menos dos ciclos normales en la temporada reproductiva.
La asincronía donante-receptora en la especie equina es la mayor de entre las especies domésticas. Las receptoras pueden ovular desde un día antes hasta 3 días después que las donantes. Deberán ser examinados por ecografía, a los once o doce días de la gestación (cuatro a cinco días después de la transferencia). Después de estos días, deberían revisarse a los 15, 25, 35, 45 y 60 días de gestación. La muerte embrionaria entre los días 15 y 60 parece ser mayor en las receptoras de transferencia que en yeguas inseminadas con semen fresco. A menudo se pregunta si el tamaño de la yegua receptora influye en el tamaño del potro. En este sentido, desde hace mucho tiempo se han hecho estudios utilizando la inseminación artificial para cruzar caballos de talla normal con ponies y concluyéndose que el tamaño del útero influye en el tamaño pre-y post-natal del potro. Más recientemente, se ha demostrado lo mismo utilizando receptoras ponies para embriones PSI y al revés. Desde el nacimiento a los 3 años de edad, se registraron las curvas de crecimiento mediante la medición a intervalos regulares de diferentes parámetros morfológicos. Esto hizo posible determinar que el ambiente uterino puede aumentar o restringir el crecimiento del potro pero los potros que han sido sometidos un retraso de crecimiento intrauterino, a continuación, muestran un crecimiento compensatorio después del nacimiento. Un potro con un ambiente intrauterino restrictivo, PSI-en- poney, sufre una doble desventaja, con un superficie total menor de corio-alantoides y una menor densidad de microcotiledones. En estas condiciones, en las últimas etapas del embarazo, la placenta tiene dificultades para mantener las necesidades del potro genéticamente más grande. Estos potros son siempre más pequeños que sus homólogos gestados por hembras de su propia raza. Por el contrario, los potros poney en receptoras PSI, disfrutarán de una doble ventaja, con un ambiente uterino privilegiado, un corioalantoides mayor y mayor cantidad de microcotiledones lo que resulta en un aumento del 15% en su tamaño al nacimiento con respecto a sus homólogos gestados en hembras ponies. Sin embargo estas diferencias se reducen al 5% en tres años.
En los años 80 la transferencia de embriones en la yegua se desarrolló usando yeguas ovariectomizadas tratadas con esteroides, como receptoras. Hoy día se utilizan hembras cíclicas sincronizadas e incluso hembras en anoestro estacional. Una medida adicional para asegurar la gestación es apoyar hormonalmente la misma administrando progestágenos en formal oral o intravaginal al menos durante el primer mes de gestación (hasta la aparición de los cálices endometriales) y/o la inyección con antiinflamatorios para evitar la síntesis de prostaglandinas de daría como consecuencia la regresión del cuerpo lúteo de ciclo. Existe quién recomienda protocolos de suplementación con progestágenos de hasta 120 días para después realizarse una disminución progresiva de su administración de hasta 14 días. Otros no creen importante cómo se realice la interrupción del tratamiento (brusca o progresiva).
En lo que se refiere a la influencia de la edad del embrión, normalmente, la recogida de embriones se hace el día 6, 7 u 8, y se estipula que el “día cero” es el día de la ovulación de yegua donante. Si la yegua, en vez de ser inseminada con semen fresco o refrigerado, se insemina con semen congelado, la recogida se hace un día más tarde. El crecimiento de un embrión del caballo hasta el estado de mórula o blastocisto-blastocisto expandido, días 5 a 7, es extremadamente rápido. Los embriones del día 6 son más difíciles de capturar por que son más pequeños pero son más fáciles de biseccionar o congelar. El día 8, los embriones muestran el diámetro máximo que cabe dentro de una pajuela de 0,25 ml. Los factores que influyen en el éxito de la recogida de embriones son, entre otros, la edad de la yegua, como se explicó anteriormente, la calidad del semen, el tipo de semen (fresco, refrigerado o congelado) y el número de ovulaciones de la yegua. Los mejores resultados suelen ser obtiene cuando la yegua es inseminada con el esperma recogido en el lugar o se realiza monta natural. Si el es semen refrigerado es mejor inseminar con menos de 24 horas después de la recogida del eyaculado. Se ha demostrado que la mayor tasa de gestación se produce cuando las yeguas son inseminadas 12 horas antes y después de la ovulación. Las tasas de recogida de embriones a los días 7, 8 o 9 son similares, sin embargo, a los 6 días son más bajas. Esto puede deberse a la pérdida de el embrión durante el procedimiento de recogida, debido a su pequeño tamaño o al fracaso para mantener su viabilidad en un útero a día 6. Hoy en día, los embriones se recogen generalmente a los 8 días y muchos de ellos se enfrían y transportan. No siempre es posible una buena sincronización entre donante y receptora, ya que a menudo no se puede saber el día de la ovulación de la yegua donante y no se puede deducir el día de la ovulación por el tamaño y la apariencia del embrión, ya que aún con el retraso del transporte, de 12 a 24 horas, el embrión continúa su el desarrollo, ralentizado eso si por las bajas temperaturas. La experiencia del cirujano no se ha mencionado, pero es lógico que la capacidad del veterinario también sea importantes para el éxito de esta técnica. El veterinario debe no sólo determinar el momento ideal para el depósito de semen en el útero de la donante, sino también reconocer las anomalías que puedan surgir, tales como retraso en la involución uterina o folículos hemorrágicos que pueden disminuir el éxito de la recogida de los embriones. También es importante que el veterinario tenga experiencia en las técnicas de recolección y transferencia de embriones. Los propietarios estén informados de las expectativas realistas de la técnica de la transferencia de embriones antes de que ésta se haya iniciado en sus yeguas. Deben ser conscientes de que incluso con una yegua nueva y fértil, con un esperma igualmente fértil y con un veterinario con experiencia en el mejor de los casos las tasas de recogida de los embriones son sólo del 70% a 80%. Si el semen utilizado es refrigerado o congelado, las tasas de éxito es casi siempre
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